miércoles, 30 de julio de 2014

EEUU reconoce avances en libertad religiosa de los cubanos



Por Redacción CaféFuerte
Estados Unidos consideró que el gobierno cubano mantiene aún fuertes restricciones a la libertad religiosa de sus ciudadanos, pero reconoció avances significativos en la tolerancia oficial hacia las prácticas de la fe en la isla, según el informe anual del Departamento de Estado.
Aunque el reporte relaciona acciones gubernamentales restrictivas contra actividades e iniciativas de grupos religiosos, advierte sobre pasos ganados en cuanto a la permisividad de prácticas, libertad de movimiento, interacción con visitantes extranjeros y acceso a medios de comunicación.
“La mayoría de los grupos religiosos también informaron de una mejoría continua en su capacidad para atraer a nuevos miembros, sin la interferencia del gobierno, una mayor reducción de la intromisión del gobierno en la realización de sus servicios, y el adicional incremento en sus capacidades para importar material religioso, recibir donaciones desde el extranjero, traer  trabajadores y visitantes extranjeros a los servicios, restaurar las casas de culto y llevar a cabo actividades educativas”, indicó el documento, que abarca la situación religiosa en el país durante el 2013.
El reporte también reconoce que el gobierno devolvió varias propiedades de la Iglesia Catolica que habían sido confiscadas en 1961.
Washington fustigó los controles que mantiene el Partido Comunista a través de la Oficina de Asuntos Religiosos (OAR) para supervisar y regular el desenvolvimiento de la vida religiosa en el país.
Acoso a las Damas de Blanco
Las partes más críticas del informe se focalizan en las reiteradas prohibiciones y acoso al movimiento de las Damas de Blanco cuando participan en misas o actividades religiosas, con implicaciones en protestas políticas.
Sin embargo, en su presentación del informe este lunes en Washington, el Secretario de Estado, John Kerry, no mencionó a Cuba entre los países con situación preocupante respecto a la libertad religiosa, y derivó sus dardos hacia Uzbekistán, Irán, Egipto, China, Nigeria y Corea del Norte.
Las referencias al panorama cubano fueron esta vez mucho menos críticas que las incluidas en el balance anual del 2012. El informe es elaborado por la Comisión Estadounidense para la Libertad Religiosa (USCIRF), adscrita al Departamento de Estado.
Reproducimos el texto íntegro del capítulo dedicado a Cuba en el informe sobre libertad religiosa del Departamento de Estado:
CUBA
Sumario ejecutivo
La Constitución protege la libertad religiosa, a pesar de las políticas y prácticas del gobierno contra la libertad religiosa. El gobierno supervisa los grupos religiosos y el Partido Comunista de Cuba, a través de su Oficina de Asuntos Religiosos (OAR), siguió controlando la mayoría de los aspectos de la vida religiosa. El gobierno ha acosado abiertamente a líderes religiosos, impidió que activistas de derechos humanos asistieran a servicios religiosos y, en algunos casos, emplearon la violencia para impedir que los activistas participaran en las protestas políticas públicas al salir de los oficios religiosos. Grupos religiosos más establecidos, sin embargo, informaron de un aumento de la capacidad de sus miembros para cumplir sus plegarias, viajar al extranjero, reclutar a nuevos miembros y llevar a cabo proyectos benéficos, educativos y de servicios comunitarios. También informaron de un menor número de restricciones a la expresión religiosa y la importación de materiales religiosos.
No hubo informes de abusos o discriminación sociales basados ​​en la afiliación religiosa, creencias o prácticas.
El gobierno de Estados Unidos alentó el fortalecimiento de las instituciones religiosas. Las visitas de intercambio siguen siendo una forma importante para los miembros de las instituciones religiosas de Estados Unidos para comprometer a sus homólogos cubanos y apoyar su derecho a practicar su fe libremente. La Sección de Intereses de Estados Unidos (USINT) se mantuvo en estrecho contacto con los grupos religiosos, así como con los grupos religiosos estadounidenses que viajan al país. En declaraciones públicas, el Departamento de Estado instó al gobierno a respetar las libertades fundamentales de sus ciudadanos, incluida la libertad de religión.
Sección I. Demografía religiosa
El gobierno de EEUU estima que la población total en 11 millones (estimación de julio del 2013). No hay ninguna fuente de autoridad independiente del tamaño o la composición de los grupos religiosos. La Iglesia Católica Romana calcula que del 60 al 70 por ciento de la población es católica. La membresía en las iglesias protestantes se estima en un cinco por ciento de la población. Bautistas y pentecostales son probablemente las más grandes denominaciones protestantes; las Asambleas de Dios reportan aproximadamente 110,000 miembros; las cuatro convenciones bautistas estiman su membresía combinada en más de 100,000 miembros. Los testigos de Jehová informan aproximadamente 96,000 miembros; los metodistas estiman que son 36.000; adventistas del Séptimo Día, 35000; anglicanos, 22.500; Presbiterianos, 15.500; cuáqueros, 300; y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones), 50. La comunidad judía se calcula en 1,500 miembros, de los cuales 1,200 residen en La Habana. De acuerdo con la Liga Islámica, hay entre 2,000 y 3,000 musulmanes que residen en el país, de los cuales un estimado de 1,000 son cubanos. Otros grupos religiosos incluyen griegos y rusos ortodoxos, budistas, y bahais.
Muchas personas, sobre todo en la comunidad afrocubana, consultan con los practicantes de religiones con raíces en África Occidental y la cuenca del río Congo, conocida como santería. Estas prácticas religiosas son comúnmente mezcladas con el catolicismo, e incluso algunos requieren bautismo católico para la iniciación completa, por lo que es difícil estimar con precisión el total de miembros de estos grupos sincréticos.
Sección II. Situación de respeto del gobierno por la libertad religiosa.
Marco Legal y Político
La Constitución protege la libertad religiosa, a pesar del carácter restrictivo de las políticas gubernamentales. La Constitución declara que el país en un Estado laico y establece la separación entre Iglesia y Estado. El gobierno no favorece oficialmente ninguna religión o iglesia en particular. El Partido Comunista de Cuba se delega la autoridad para regular las instituciones religiosas y la práctica de la religión, y lo hace a través de su OAR. A través de la OAR, el Partido Comunista controla y regula casi todos los aspectos de la vida religiosa, incluyendo la aprobación o denegación de las visitas religiosas; la construcción, reparación o compra de edificios religiosos; la compra y operación de los vehículos motorizados; la capacidad para llevar a cabo servicios religiosos en público; y la importación de literatura religiosa.
Por ley se requiere que los grupos religiosos soliciten al Ministerio de Justicia su reconocimiento oficial. El procedimiento de solicitud requiere que los grupos religiosos identifiquen la ubicación de sus actividades y el origen de su financiación. El Ministerio de Justicia debe certificar que el grupo no está duplicando las actividades de otro grupo reconocido; si es así, el reconocimiento es denegado. Una vez que el Ministerio otorga el reconocimiento oficial, el grupo religioso debe solicitar el permiso de la OAR para llevar a cabo este tipo de actividades, como la celebración de reuniones en lugares aprobados, recibiendo visitantes extranjeros, la importación de literatura religiosa, adquisición y funcionamiento de los vehículos, y la construcción, la reparación o la compra de iglesias y templos.
El servicio militar es obligatorio para todos los hombres. No existe una excepción legal para los objetores de conciencia. La sanción por no cumplir con el servicio militar es de prisión de tres meses a un año.
Prácticas gubernamentales
El gobierno impidió que algunos activistas de derechos humanos asistieran a servicios religiosos. La policía tomó medidas de forma rutinaria -incluyendo detenciones- para evitar que el grupo de manifestantes pacíficos de las Damas de Blanco asistieran a la misa católica. Esta práctica fue particularmente evidente en las provincias de Matanzas, Holguín, Villa Clara y Santiago de Cuba. Asimismo, las autoridades hostigaron a las Damas de Blanco, a veces violentamente, a medida que salían de los servicios de la iglesia para evitar que la participación en protestas pacíficas. El 14 de julio, una multitud de simpatizantes gubernamentales empujó y golpeó a la Dama de Blanco Sonia Alvarez Campillo, rompiéndole la muñeca, cuando salía de una misa en la provincia de Matanzas.
El gobierno tomó abiertamente medidas para limitar el apoyo a figuras religiosas. Las autoridades finalmente permitieron  que el pastor Omar Gude Pérez (también conocido como Omar Pérez Ruiz), líder del Movimiento de Reforma Apostólica, una asociación de iglesias sin denominación independientes, saliera del país el 31 de enero, después de que protestó públicamente por la negativa del gobierno a permitirle trabajar como pastor y a expedirle un visado de salida al extranjero. Gude y su familia recibieron asilo en Estados Unidos en el 2011, pero no pudieron salir del país debido a que el gobierno no le emitió un visado de salida. El pastor dijo que fue encarcelado durante casi tres años por cargos falsos. Agregó que fue objeto de un castigo en represalia por sus sermones abiertos y denuncias repetidas de violaciónes de libertad religiosa que experimentaban las iglesias en el Movimiento de Reforma Apostólica.
Antes de su partida, Gude Pérez tomó medidas para transferir el título de su residencia a otro pastor en la comunidad Reforma Apostólica, Yiorvis Bravo Denis. En septiembre, sin embargo, el tribunal provincial de Camagüey determinó que la transferencia no era válida. El 5 de octubre, el gobierno trató de desalojar a Bravo y su familia. La policía acordonó la residencia y el gobierno organizó una turba para rodear la residencia y corear consignas durante cuatro días. Bravo afirmó que él y su familia fueron desalojados porque estaban realizando reuniones religiosas en la residencia, incluyendo clases de estudio bíblico.
Un número de grupos religiosos, incluyendo a los Testigos de Jehová y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, continuaron sus largos años de espera por una decisión del Ministerio de Justicia sobre las solicitudes en trámite para el reconocimiento oficial. Estos grupos informaron que  las autoridades les permiten llevar a cabo actividades religiosas, celebrar reuniones, recibir a los visitantes extranjeros, hacer pequeñas reformas a sus edificios y enviar a sus representantes en el extranjero, pero sus miembros fueron expuestos a hostigamiento por parte de la Seguridad del Estado, incluida la vigilancia generalizada de sus movimientos, llamadastelefónicas, visitas y reuniones religiosas.
Algunos grupos religiosos, principalmente iglesias evangélicas protestantes e independientes, informaron que las autoridades del gobierno hostigaron y multaron feligreses poir reunirse para rezar. El 12 de noviembre, la televisión nacional realizó un programa que calificó de “organizaciones subversivas” a las iglesias evangélicas. Panelistas del programa afirmaron que las iglesias evangélicas apelaron a los jóvenes y las familias, fueron conducidos por los pastores dinámicos y tuvieron éxito en la atracción de nuevos miembros. El programa llegó a la conclusión de que las iglesias evangélicas son “parte de un gran plan por el gobierno de Estados Unidos para socavar la autoridad del gobierno cubano”.
Otros grupos evangélicos informaron que los pastores fueron a veces arrestados o detenidos por tratar de predicar en público. El 1 de junio, la policía detuvo por seis horas a ocho líderes de iglesias de Pastores por el Cambio (Pastores por el Cambio), asociación de iglesias evangélicas independientes, después de hacer proselitismo en un mercado agrícola al aire libre en la zona de Bayamo, provincia de Granma. Los oficiales de policía dijeron a los líderes de la iglesia que si sus miembros continuaban  evangelizando en público, serían nuevamente encarcelados. Funcionarios de la iglesia dijeron que hasta junio fueron capaces de predicar regularmente en el mercado sin ningún incidente. Tras las detenciones junio, los miembros de Pastores por el Cambio continuaron su proselitismo en público cada fin de semana. Los agentes de policía los detuvieron de forma intermitente durante varias horas y les impusieron multas.
La OAR raramente concede autorización a grupos religiosos para construir nuevas edificaciones o adquirir propiedades. Los líderes religiosos señalaron, sin embargo, que la entidad otorga con frecuencia permiso para reparar o restaurar los edificios existentes, permitiendo una expansión significativa de algunas estructuras y, en algunos casos, facilitando esencialmente la reconstrucción de edificios sobre los cimientos antiguos inmuebles. Los grupos religiosos informaron de un aumento de la capacidad para obtener este permiso de reparación durante el año, a pesar de que la obtención de permisos para la compra o construcción de nuevos edificios permanecieron difícil.
En respuesta a las fuertes restricciones a la construcción de nuevos edificios, muchos grupos religiosos utilizan viviendas particulares, conocidas como “iglesias en casa”, para sus servicios. Las estimaciones del número total de iglesias en las casas variaban significativamente, desde menos de 2,000 a un máximo de 10,000. La OAR permite el uso de las viviendas para este propósito, pero requiere que los grupos reconocidos busquen la aprobación para cada ubicación propuesta a través de un proceso de registro independiente. Los grupos religiosos indicaron que mientras las autoridades aprobaron muchas aplicaciones en un plazo de dos a tres años desde la fecha de solicitud, otras solicitudes no recibieron respuesta o fueron rechazadas. Algunos grupos religiosos sólo fueron capaces de registrar un pequeño porcentaje de las iglesias en las casas. En la práctica, las iglesias en casas que no se registraron pudieron funcionar con poca o ninguna interferencia por parte del gobierno.
La OAR siguió exigiendo de una licencia para la importación de literatura religiosa y otros materiales. El gobierno tiene casi todos los equipos y materiales de impresión y los materiales impresos fuertemente regulados, incluyendo la literatura religiosa. La Iglesia Católica y otros grupos religiosos fueron capaces de imprimir periódicos y otra información, y operar sus propios sitios digitales con poco o ningún tipo de censura formal. La Iglesia Católica continuó publicando revistas que a veces criticaban las políticas sociales y económicas oficiales y de nuevo fue capaz de emitir mensajes de Navidad y Semana Santa en las estaciones de radio estatales. La OAR siguió autorizando el Consejo de Iglesias de Cuba, organización sombrilla de la comunidad protestante, a celebrar una emisión mensual de radio con 20 minutos de duración.
Aunque el gobierno amplió el acceso a internet de forma gradual durante el año, los líderes religiosos informaron que el limitado acceso a correos electrónicos e Internet redujeron su oportunidad de conectarse con colegas y homólogos, tanto en el extranjero como dentro de Cuba.
Con la excepción de dos seminarios católicos y varios centros de formación interreligiosas, el gobierno no permitió que los grupos religiosos establecieran escuelas acreditadas. Algunos grupos religiosos operan programas para después de clases, retiros de fin de semana, y talleres para estudiantes de primaria y secundaria, así como programas de educación superior. La Iglesia Católica abrió cursos que conceden título de licenciatura y maestría, y varias comunidades protestantes ofrecen, a través de la educación a distancia, una licenciatura o maestría en Teología y temas relacionados. Aunque no son permitidos o acreditados por el gobierno específicamente, estos programas funcionan sin interferencias.
Líderes de losTestigos de Jehová exhortaron a miembros de su congregación a evitar la formación universitaria en Cuba, pues la búsqueda de los requisitos para la admisión a la universidad y el programa de estudios son incompatibles con las creencias del grupo, que prohíbe la participación política. Los Testigos de Jehová también declararon que encontraron incompatible la expectativa de que los estudiantes participen en actividades políticas en apoyo del gobierno, y el requisito de que estén disponibles para la asignación de deberes del gobierno durante tres años después de la graduación. Por rechazar las instituciones universitarias y las correspondientes actividades políticas, los Testigos de Jehová no son elegibles para carreras profesionales; Por lo tanto, su participación en la fuerza de trabajo se limita a oficios técnicos y labores manuales.
Los grupos religiosos siguieron informando de su capacidad para participar en programas de servicio comunitario, incluyendo la prestación de asistencia a los ancianos, tutoría después de la escuela para los niños, agua potable y clínicas de salud. Operaciones internacionales de caridad basadas en la fe como Cáritas y Salvation Army mantienen oficinas en La Habana. Los grupos religiosos siguieron prestando asistencia humanitaria a familias afectadas por el huracán Sandy, que azotó el este de Cuba en el 2012. Algunas organizaciones, sin embargo, informaron que no se les permitió la distribución de ayuda directa a las familias necesitadas, por lo que se vieron obligadas a sortear a los funcionarios públicos para su distribución.
La mayoría de los líderes religiosos informaron que ejercían la autocensura en lo que predicaban y discutían durante los servicios. Muchos temían que la crítica directa o indirecta al gobierno podría dar lugar a represalias oficiales, tales como la denegación de permisos de la OAR  u otras medidas que podrían limitar el crecimiento de sus grupos religiosos.
A pesar de la obligación legal para el servicio militar, el gobierno siguió una práctica no oficial de permitir un período de servicio público civil para sustituir el servicio militar a quienes se oponen por motivos religiosos. Los líderes de los Testigos de Jehová y los Adventistas del Séptimo Día declararon que a sus miembros generalmente se les permitió participar en el servicio social en lugar del servicio militar.
Tanto la Iglesia Católica y el Consejo de Iglesias de Cuba informaron que fueron capaces de llevar a cabo los servicios religiosos en las cárceles y centros de detención en la mayoría de las provincias. Hubo informes, sin embargo, de que las autoridades penitenciarias no informaron a los presos de su derecho a la asistencia religiosa, demoraron meses antes de responder a las solicitudes, y las visitas fueron limitadas a un máximo de dos o tres veces por año.
Mejoras y avances en el respeto por la libertad religiosa
El 14 de enero, el gobierno redujo las restricciones sobre la migración y los viajes temporales al extranjero para los ciudadanos cubanos, mediante la eliminación de los permisos de salida previamente requeridos. Los grupos religiosos informaron que este cambio permitió a sus líderes viajar con más libertad y lograr vías de intercambio entre comunidades de fe locales y el resto del mundo. La mayoría de los grupos religiosos también informaron de una mejoría continua en su capacidad para atraer a nuevos miembros, sin la interferencia del gobierno, una mayor reducción de la intromisión del gobierno en la realización de sus servicios, y el adicional incremento en sus capacidades para importar material religioso, recibir donaciones desde el extranjero, traer  trabajadores y visitantes extranjeros a los servicios, restaurar las casas de culto y llevar a cabo actividades educativas. Las organizaciones religiosas también indicaron que el gobierno devolvió varias propiedades de la iglesia que habían sido confiscadas por el Estado en 1961.
Sección III. Situación de respeto de la sociedad hacia la libertad religiosa
No hubo informes de abusos o discriminación sociales basados ​​en la afiliación religiosa, creencias o prácticas.
Sección IV. Política del gobierno de EEUU
Los funcionarios de la USINT, entre ellos el jefe de la misión, se reunieron periódicamente con representantes de grupos religiosos. La tolerancia religiosa en una sociedad comunista y la libertad religiosa son temas frecuentes de discusión. Representantes de la USINT supervisaron las actividades religiosas y proporcionaron recursos para apoyar el trabajo de algunas organizaciones basadas en la fe, con el propósito de ayudar a sus comunidades. En declaraciones públicas, el Departamento de Estado exhortó regularmente al gobierno a respetar las libertades fundamentales de sus ciudadanos, incluida la libertad de religión, y llamó la atención a las preocupaciones de que miembros pacíficos de la oposición política fueran impedidos de asistir a los servicios religiosos.
Los funcionarios de la USINT se reunieron con frecuencia con los ciudadanos estadounidenses de visita en el país como parte de los intercambios basados ​​en la fe y los programas de ayuda humanitaria. Representantes de grupos de fe, provenientes de Estados Unidos, se involucraron directamente con instituciones religiosas cubanas y promovieron la tolerancia religiosa a través de sus actividades y su presencia en las comunidades cubanas. El gobierno de Estados Unidos alentó a estos programas.
Traducción: CaféFuerte
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