viernes, 23 de agosto de 2013

Los obispos cubanos continúan sordos al mensaje del papa Francisco.



Sr. Orlando Márquez Hidalgo, ayer, 29 de julio de 2013, salió publicado que usted le dijo a The Christian Post que entre la Iglesia y la tiranía castrista hay “un diálogo abierto en el que todo puede ser incluido”. “‘There is an open dialogue, there is not a road map, there is an open dialogue where everything can be included,’ said Márquez. ‘They talked about the situation in Cuba and the relationship with the regime, how to improve the relations between the Church and the government’”.
Orlando Marquez Hidalgo, editor and director of the
Havana Archdiocese publication Palabra Nueva, giving a speech at a
Brookings Institute event on July 29, 2013 in Washington, DC.
Sr. Orlando Márquez Hidalgo, le pregunto a usted como portavoz del  cardenal Jaime Ortega Alamino: si hay “un diálogo abierto en el que todo puede ser incluido”, ¿por qué los obispos cubanos no proponen hacer un plebiscito en Cuba, como lo hizo el dictador Pinochet? El sátrapa chileno estuvo en el poder durante 17 años, menos de la tercera parte del tiempo que los hermanos Castro llevan tiranizando a Cuba.
Sr. Orlando Márquez Hidalgo, en su último artículo, el abogado Yaxys Cires Dib, vicepresidente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba, hace una pregunta trascendental para el futuro inmediato de nuestra patria: “¿Llegará el mensaje del Papa a Cuba?”.
En dos artículos publicados hace tres años en el diario Panamá América les otorgué el beneficio de la duda a los obispos cubanos al escribir: “Juan Pablo II expresó en su homilía realizada en Santiago de Cuba: ‘La Iglesia está llamada a dar su testimonio de Cristo, asumiendo posiciones valientes y proféticas ante la corrupción del poder político o económico’. ¿Las asumirá la jerarquía católica cubana?”.
padre José Conrado Rodríguez Alegre 
El tiempo transcurrido ha demostrado fehacientemente que la jerarquía católica cubana no se siente comprometida con la Doctrina Social de la Iglesia. Por ejemplo, el padre José Conrado Rodríguez Alegre -ha tenido el valor de enfrentarse al régimen totalitario imperante en Cuba desde hace 54 años- ha sido reprimido por la jerarquía católica cubana, la última vez por parte del arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COOC). Véase
Berta Soler, -líder de las Damas de Blanco, premio Sájarov 2005 concedido por el Parlamento Europeo- denunció que “la Iglesia en Cuba como institución está parcializada. Lo demostraron una vez más en el más reciente artículo publicado en el suplemento digital Espacio Laical donde omitieron muchos de los problemas sociales del país como son las condiciones de vida infrahumanas a las que están sometidos los presos; no incluyeron que hay mujeres que cuando hacen el intento los domingos de ejercer su libertad religiosa son golpeadas, expulsadas a sitios aislados. Tampoco mencionaron que a muchas las vejan, intentan amedrentarlas con simulacro de disparos y a otras las trasladan a calabozos donde las desnudan y obligan a realizar cuclillas en presencia de hombres para que se sientan denigradas”.
Varios demócratas cubanos han denunciado cómo la arquidiócesis habanera a través de su revista Espacio Laical defiende el régimen de oprobio que sufre el pueblo cubano. Durante varios años le escribí al editor de Espacio Laical, Sr. Roberto Veiga González, denunciando las violaciones de los derechos humanos en Cuba, hasta que el editor de Espacio Laical bloqueó mi cuenta.
Sr. Orlando Márquez Hidalgo, me siento identificado con la Iglesia católica comprometida con la defensa de los derechos humanos de los cubanos, esa Iglesia representada por sacerdotes como Miguel Ángel Loredo, José Conrado Rodríguez Alegre y Jorge A. Rodríguez -párroco del Santuario de la Caridad del Cobre-, y obispos como Pedro Meurice Estiú y José Siro González Bacallao.
Pero, ¿qué se puede decir del cardenal Jaime Ortega Alamino? Véase cómo difama a los disidentes y al difunto monseñor Agustín Román, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Miami:
Ha quedado demostrado que actualmente ningún gobernante del mundo se interesa por el pueblo cubano,aunque los psicópatas que tiranizan a nuestra patria son capaces de provocar un baño de sangre para lograr mantenerse en el poder.
Los obispos cubanos tampoco van a ayudarnos, he perdido la cuenta de los correos que le he enviado a usted, Sr. Orlando Márquez Hidalgo, denunciando las violaciones de los derechos humanos en Cuba.
La única posibilidad real que tiene el pueblo cubano de recibir solidaridad internacional es el papa Francisco. Considero que es imprescindible solicitárselo, demostrándole cómo la jerarquía católica cubana le ha dado la espalda a su propio pueblo.
Recibido por correo electrónico del propio autor.

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