viernes, 9 de agosto de 2013

FE PARA UNA CUBA MEJOR



Por Pr Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana.

Es la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1)

¿Recuerda usted lo que sentía cuando era niño y se acercaba su cumpleaños? Se sentía emocionado y ansioso. Tenía la certeza de que recibiría regalos. Pero algunas cosas serían una sorpresa. Los cumpleaños combinan seguridad y expectación.
¡Así es también con la fe! La fe es la convicción basada en las experiencias pasadas de que, con toda seguridad, Dios nos dará nuevas sorpresas.

A Jhvh le apasiona ver si tu fe es verdadera
Hay veces que nuestra fe puede llegar a ser probada hasta el límite, hasta el extremo, aún hasta la muerte, para probar si hay fe de verdad.
Hay que estar dispuesto a confiar en el Señor a toda costa, en cualquier  circunstancia, cualesquiera que sean las consecuencias.
¡Esa es la clase de fe que hay que tener si se quiere llegar a algo!
Job, el personaje bíblico, al final salió triunfador y su testimonio es uno de los más relevantes sobre el sufrimiento, fracaso, desaliento y a pesar de ello por su fe alcanzó la gracia de Jhvh.
Esa es la victoria más relevante de todas, la de estar aparentemente vencido y no dejar de confiar en el Señor.
Las cosas sólo dejan de existir cuando se deja de creer en ellas
Hay una estrofa en el himno “La Internacional Socialista” que expresa: “sin César, sin burgués ni Dios…”
Muy sutilmente al cubano a través de las enseñanzas, himnos y lemas, entre otros métodos, se le infundió la incredulidad en el Altísimo para anularles su fe, aboliéndoles así la voluntad de poder alcanzar sus propósitos sino a través del “dios en jefe y su revolución”. De hecho las glorias deportivas cubanas cuando alcanzaban algún lauro internacional en cualquier evento, se lo dedicaban al Comandante en Jefe y a su Revolución.

La fe consiste en creer lo que la razón no puede creer.
¿Cómo fue que Israel mereció ser escogida por sobre todas las naciones de aquella época? No fue por mérito de Israel, sino por la fidelidad de Dios a su promesa a los antepasados de Israel. De la misma manera que Dios escogió a Israel, hoy en día ha escogido a todos los creyentes para ser parte de su preciada posesión. De manera similar, no es por mérito propio que hemos llegado a la fe en Cristo. Más bien Dios nos escoge hoy por su gracia.

Razonablemente es muy difícil creer que haya un cambio inminente en Cuba pero nuestro Señor que conoce nuestros sentimientos nos alienta en su Palabra cuando dice:
-Si dijeres en tu corazón: “Estos reinos son mucho más numerosas que yo.  ¿Cómo los podré exterminar?” (Deuteronomio 7:17)
Dice el Espíritu Santo: - “No tengas temor de ellos, acuérdate bien de lo que hizo Jhvh tu Dios con Faraón y con todo Egipto, de las grandes pruebas que vieron tus ojos y de las señales y milagros y de la mano poderosa y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó.
¡Así hará Jehová tu Dios con todos aquellos cuya presencia tú temieres!  (Deuteronomio 7:18- 19)









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