Por Pr Manuel A Morejón Soler El
Vedado, La Habana.
El
rehén (hebreo, hijo de fianza):
Es una o más personas detenidas para obligar a otra
persona, organización o nación a cumplir unas condiciones dadas.
Tomar rehenes supone una amenaza para el propio rehén y
para la parte coaccionada. Hoy en día, esto se considera un delito, y en
determinados casos incluso un acto terrorista. Sin embargo, la captura de
rehenes tiene un largo historial político-militar que data de hace miles de
años, como lo podemos observar en el Antiguo Testamento:
“Joás, rey de Israel, tomó rehenes después de su victoria
sobre Judá para asegurarse de que el rey Amasías mantuviera la paz”. (2ª de Crónicas
25:24)
Ahora, pues,
yo te ruego que des rehenes al rey de Asiria mi señor, y yo te daré dos mil
caballos, si tú puedes dar jinetes que cabalguen sobre ellos. (Isaías 26:8)
La metodología
del rehén
Casi todos los
países de América Latina tenían su propia guerrilla revolucionaria apoyada
principalmente por Cuba e indirectamente por la antigua Unión Soviética.
Practicaban como método coercitivo el secuestro, tomando de rehenes a políticos,
empresarios y a personas importantes para obligar a las autoridades de sus
respectivos países a la realización de negociaciones bajo sus condiciones.
El Movimiento
26 de julio mediante la fuerza secuestró al quíntuple campeón de Fórmula 1 Juan
Manuel Fangio en La Habana en 1958.
La política
del neo-rehén en Cuba
Actualmente la
dictadura ha reforzado esta estrategia, aunque no se aplica la fuerza bruta,
pero si mediante el control de las necesidades del pueblo. Por ejemplo no te
pagan un salario digno ni tampoco en divisas, pero si cumples con las
actividades políticas te dan un ridículo estipendio en divisas, un lugar
abaratado donde vacacionar o cualquier
otra prebenda.
Asimismo el
carnet del Partido es como una patente de corso para los militantes que los
hacen casi invulnerable bajo la sujeción total a los dictámenes de los déspotas,
pero aún así no dejan de ser unos rehenes más.
La juventud
como rehenes
El eslogan que
reza: “La Universidad para los revolucionarios” dicta claramente como pueden
arruinar el futuro de cualquier joven, si por lo menos no finge que piensa como
ellos.
“Buscad lo
bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos
estará con vosotros.
Aborreced el
mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jehová Dios de
los ejércitos te tendrá piedad.”
Amós 5:14-15
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