Por Pr Manuel A Morejón Soler El
Vedado, La Habana, junio del 2013
Las palabras de Jesús no son una credencial para un
ataque frontal a cada persona que nos hiere o margina. No son una aprobación
para iniciar una campaña destructiva de pleitos en la iglesia. Tienen como
objetivo reconciliar a los que están en desacuerdo, de modo, que todos los
cristianos puedan vivir en armonía.
Jesús no nos dejó sin instrucciones para
enfrentarnos con los que pecan en contra nuestra. Estos procedimientos tienen
que ver con cristianos, no con los que no lo son, con pecados cometidos contra
usted, no contra otros y con la resolución de conflictos que surgen en el
contexto de la iglesia, no en toda la comunidad.
Dice
nuestro Señor en su Santa Palabra:
“Si tu hermano peca, ve y
repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano.
Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o
a dos más, para que TODA PALABRA SEA CONFIRMADA POR BOCA DE DOS O TRES
TESTIGOS. Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si también rehúsa
escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil y publicano”. Evangelio según Mateo 18:15-16
Descartando
a un coagente
Grabación efectuada a Abel Mirabal por el Pr Manuel
Alberto Morejón Soler.
Esta comunicación que se trató de establecer con
Abel Mirabal fue con el propósito de recuperar las actas de firmas de la
Petición Ciudadana a La Asamblea Nacional del Poder Popular en posesión de él
por respeto a los que la han firmado, pues Mirabal se ha apropiado
indebidamente de estos documentos sin ningún derecho y consecuentemente está
siendo un obstáculo para la realización de este proyecto.
Abel Mirabal desempeñó el cargo de Secretario de
Actas del Ministerio Alianza Cristiana entre los años 2009 y 2010, razón por la
cual mantenía bajo su cuidado documentación perteneciente a la organización,
concretamente, conservaba un Proyecto de la Ley de Cultos y Asociaciones, el
Credo de La Alianza Cristiana y actas de la Propuesta de la Ley de Cultos y de
la Petición Ciudadana a la Asamblea Nacional del Poder Popular. En estas
actas se recogen las firmas que ya
sumaban algo más de mil.
Por ello se
le efectuó una llamada telefónica (537) 691 03 54, para solicitarle la entrega
de la documentación.
Grabación:
Abel- Oigo
M Morejón- Buenos días
Abel- Buenos días.
M Morejón- Oye, te habla Morejón, bendiciones.
Necesito que los papeles que tu tengas de la Alianza, si el viernes vas a la
SINA, me los puedas llevar, las firmas y
el Proyecto que tu tengas… ¿tú me oíste?
Abel- (Una pausa larga) Si, si te escuché. (Otra
pausa)
M Morejón:
¿Entonces?
Abel- ¿Qué quieres?
M Morejón- Las firmas que tienes allá y el documento
que tienes de la Alianza.
Abel colgó
Se repite la llamada:
Una mujer sale al teléfono: ¿Diga?
M Morejón: Perdóneme la molestia, ¿es la mamá de
Abel Mirabal?
Mujer- Si, diga.
M Morejón- Si mire, yo necesito que él se comunique
conmigo si él está ahí, que es una situación delicada y necesito hablar con él.
Mujer- ¿Con quién?
M Morejón- Con Manuel Morejón.
Mujer- ¿Con quién?
M Morejón- Con Manuel Morejón.
Hubo una confusión por parte de la mujer que salió
al teléfono porque se creyó que se quería hablar con la mamá de Abel. Entonces
pregunto:
M Morejón- ¡Ah! ¿Es la esposa?
Mujer- Sí es la esposa. ¿Con quién Ud. quiere
hablar?
M Morejón- Con Abel Mirabal.
Esposa de Abel- No, el no se encuentra.
M Morejón- Bueno por favor, dígale que de hoy
(08-06-2013), no pase que llame a Manuel Morejón por favor, 833 5467, el tiene
mi número, es delicada la situación.
Esposa de Abel- Está bien.
Fin de la llamada.
Quizás a quienes lean u oigan esta grabación sin una
breve explicación, no le diga nada este diálogo, pero esta pregunta le pudiera
ayudar a entender.
¿Quién más
pueda tener interés sino la Seguridad del Estado en sabotear un proyecto que
pueda favorecer a las iglesias independientes?
Un
rastro que deja mucho que desear para un cristiano, pero no para un coagente.
El Sr. Mirabal ha sido desahuciado indistintamente
de varios lugares decentes.
El periodista Juan González Febles le dijo: “Abel,
muy gentilmente no deseo que vuelvas más por aquí”. Julio Aleaga Peisant , no
tan diplomáticamente le dijo lo mismo, ha tenido problemas en el Ministerio Alianza
Cristiana, donde trabajaba con el supervisor Manuel A Morejón Soler de donde fue expusado, así también tuvo públicamente problemas con el bibliotecario
Julio Rojas.
Publicanos
y coagentes
De la misma manera que las palabras de Jesús siempre
son de consuelo para el dolido y de reconciliación a los que están en
desacuerdo, del mismo modo son espada de fuego para los que a favor de los
poderosos fomentan rapacerías, pendencias y litigios cuando los tilda de
publicanos.
No existía en tiempos de Jesús una ofensa mayor para
un judío que el calificativo de publicano. En los textos del Nuevo Testamento,
los publicanos, además de pertenecer a un grupo social bien despreciado, poseen
una identidad simbólica: representaban a los seres humanos separados de Dios,
ligados a los bienes materiales y sin el temor de lastimar a sus semejantes con
tal de satisfacer sus ambiciones y deseos pecaminosos.
Gentes de esta calaña era los que fungían como
recaudadores de impuestos que abusaban de su poder (éstos eran odiados, ya que
cobraban más de lo que la ley les exigía, y al estar amparados por ella, las
personas no tenían defensa. Por otra parte, eran odiados por los judíos, ya que
cobraban de más a su propio pueblo en beneficio de los invasores).
Los
coagentes en Cuba:
Estos ostentan las características más indecentes de
los publicanos de los siglos I y II: “fomentan sutilmente campañas destructivas
de intrigas, rapacerías, pendencias y litigios favor de los poderosos y en
contra de la Iglesia de Dios”. Pero con la abismal diferencia de que los
publicanos llegaron a formar sociedades muy ricas que llegaron a ejercer el
monopolio de los productos y hasta fijar los precios, por el contrario los coagentes
de la policía política son muy distinguidos por sus desvergüenzas y bochornos
al punto de tener que escudarse hasta en sus mujeres para que los mantengan,
porque no son capaces ni de proveer para sus familias como es debido.
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