viernes, 14 de septiembre de 2012

EXAMINAR Y COMPARAR BÍBLICAMENTE PARA JUZGAR













Por. Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana.

Si uno examina y compara las enseñanzas de la Biblia con lo que se verifica en nuestras iglesias, pronto encontrará la diferencia y verá que nuestra conducta es frecuentemente distinta de la Biblia y más frecuentemente aún la contradice. Si el pueblo llegara a entender esto, nunca se hundiría bajo ninguna dictadura.

Cuando el pueblo descubra su identidad en Cristo a través de la Sagradas Escrituras y tome conciencia del engaño a que ha sido sometido entonces observarán a sus opresores y verdugos con justificado desdén, porque estos en su tiempo serán objeto de aborrecimiento y desprecio universal, aunque deben ser tratados con misericordia.

La Biblia más que cualquier otro libro se ha encumbrado por su verdad promoviendo reformas y revoluciones a lo largo de la historia de la humanidad tanto en la iglesia como fuera de esta. Es de ahí la importancia que las autoridades en todo el Mundo dan a la Biblia y a los asuntos religiosos, de lo cual Cuba con sus justificados temores, no es una excepción.

Es conocido de todos que Cuba nunca ha sido un ejemplo en cuanto a libertades religiosas, pero lo que sí es difícil de entender es que en el informe del año 2011 referente a la libertad religiosa divulgado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos se enuncie que en Cuba este aspecto mejoró, aunque persisten “significativas restricciones”.

El celo por el honor de Cristo, y el amor por los hermanos, exhorta a los creyentes a correr peligros. A menudo surgen amigos de entre aquellos que son ajenos a la verdadera religión, pero que han visto la conducta honesta y coherente de los cristianos.

imorejon@yahoo.es











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