Pr. Manuel A Morejón Soler. Vedado, La Habana, octubre del 2011, (PD) imorejon@yahoo.es
Jesucristo es muy estricto en este pasaje:
”Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar”. Evangelio según Mateo 18:6
Recientemente el apóstol Carlos Montoya Palomino de la Alianza Cristiana, recibió una citación verbal de la directora de la escuela primaria “14 de Junio” en el Mcpio 10 de Octubre adonde asisten sus dos hijos, para tratar un asunto relativo a que ellos no saludan la bandera cubana ni entonan las notas del himno de Bayamo, los niños le explicaron a su maestra que por causa de ser un himno de guerra y una bandera que honra a los muertos ellos no le rendían culto. Entonces sin más opciones le solicitan renunciar a su doctrina cristiana en la escuela o esta se atribuiría el derecho de separarlos de la organización de pioneros José Martí.
Es notorio que pese a que en la Carta Magna de la República de Cuba , se reconoce el derecho de los ciudadanos a profesar y practicar cualquier credo religioso en el marco del respeto a la ley, pero en la práctica el gobierno continúa con la aplicación de medidas coercitivas para restringir y controlar la libertad de culto.
No es menos cierto que ha habido mejorías en cuanto al maltrato y la discriminación, especialmente severos en un pasado reciente, hacia los “Testigos de Jehová”, pues ya se les permite estar exentos de participar en actividades patrióticas en las escuelas así como se les ofrece la forma de prestar alguna forma de servicio cívico en lugar del Servicio Militar Activo, aunque no sería justo dejar de mencionar que antes de lograr este derecho, muchos Testigos de Jehová tuvieron que saborear el amargo dolor del campo de concentración de la UMAP ,(Unidades Militares de Ayuda a la Producción),y hasta hace poco de prisiones comunes.
Ahora también hay cierta flexibilización en algunas escuelas a la asisten niños “iyabo” (Regla de Ocha) o Santeros y ya se les ha permitido cambiar las tradicionales boinas rojas de pioneros, por sus pañuelos o gorras blancas.
¿Pero se puede decir que por esta cierta relajación del gobierno esté mejorando el respeto de la libertad religiosa en Cuba?
¿Se puede decir que la discriminación hacia los religiosos ha sido abolida?
¿Han cesado las detenciones y el acoso hacia los pastores?
No hay que hacer mucho esfuerzo mental para recordar que en lo que va de año al padre José Conrado “lo ascendieron” hacia un monte apartado de Santiago de Cuba.
Al pastor Yordi A Toranzo y a su pastor asistente Carlos Valhuerdi Obregón. Que fueron defenestrados inmisericordiosamente de la Iglesia Metodista.
También al apóstol Carlos Alberto Montoya Palomino de la ICIRCUB que con el mismo método sufrrió del mismo acontecer.
Al Pr. Bernardo de Quesada y a otros más del Movimiento Apostólico en múltiples ocasiones los han detenido en este año.
Al Pr. Manuel A Morejón Soler, lo citaron el seis de abril de este año por el Teniente Nadir Sanabria en la Unidad de Zapata y 2 del Vedado, para realizarle un módulo criminalístico, (tomarle huellas dactilares y cortarle cabellos de todos los ángulos de su cabeza).
Así mismo a la hermana Sara Marta Fonseca, de confesión bautista, la amenazaron con cerrar el templo donde ella se congregaba si seguía asistiendo a este.
¿Y qué decir sobre el apóstol Omar Gude Pérez que fue encarcelado por seis largos años injustamente (con su consentimiento publicaremos y la causa que le radicaron y el por qué de la injusticia)
No podemos hacer excepción con el obispo de la Iglesia de Dios y asi mismo padre buena familia, el Rev. Carlos Lamela que ha tenido abandonar su país por las represalias a que fue reiteradamente sometido por la policía política.
¿Se puede decir que los padres en Cuba tienen libertad para elegir la educación que se les da a sus hijos y que es respetado el derecho de que estos puedan decidir sobre lo que ellos quieran para estos?
Sin embargo queriéndolo o no, se adoctrina con ideología comunista en las escuelas, lo que categóricamente es una violación del Artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Ya no parece suficiente el acoso directo hacia los pastores, líderes y feligreses evangélicos, sino que ahora lo hacen extensivo hacia niños que están siendo educados en la doctrina del Evangelio.
¿Qué podría decir la UNISEF sobre estas coacciones psicológicas hacia los niños evangélicos cubanos?
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