miércoles, 16 de febrero de 2011

“DESTIERRO”


Pr. Manuel A Morejón Soler. Vedado, La Habana, febrero del 2011, (PD)







“La Cuba de Ayer”

Nunca podré yo volver / a la Cuba que dejé / la que reside en la historia / la que guardo en mi memoria / la que nunca olvidaré // La de hoy es una mueca / de lo que fuera grandeza / de impresionable belleza / que otrora yo abandoné // Perdida su identidad / en un mundo de vilezas / perdida su libertad / perdida su gentileza // Destruida su pureza / mi pobre patria violada / por una fiera manada / vive hoy total pobreza // Pobre mi Cuba de ayer / la que siempre yo amaré / aunque desgraciadamente se / que más nunca la he de ver // Nunca podré yo volver / a aquella Cuba dorada / que yace hoy destrozada / como reseco vergel.

Cástulo Gregorisch. gregorisch12@bellsouth.net

Con el exilio, el alma queda a la intemperie.

Mario Benedetti (1920); escritor uruguayo.

Mil leguas de separación hacen casi el mismo efecto que mil años de distancia.

Benjamin Franklin (1706-1790); filósofo, físico y político estadounidense.

Un terremoto devasta los cimientos donde nos sentíamos seguros, pero volvemos a edificar ; una bala asesina cambia la historia de una nación, pero se continúa con otra leyenda; un chofer ebrio siega la existencia de una víctima inocente, pero se puede volver a engendrar otra vida; un divorcio destroza un hogar, pero se puede volver a forjar una nueva familia. No siendo así, la prisión y el destierro dejan el alma sucumbiendo y lo que queda de uno destrozado, arrasando toda una vida para sumirla en la añoranza y el dolor.

Aquellos que han estado en prisión por el matiz de sus ideas y ahora sumidos en un vil ostracismo, estas tragedias le pueden hacer parecer que nuestro Mundo es un lugar tenebroso, lleno de maldad y aparentemente fuera de control y hasta les pudiera hacer pensar que Dios está ausente o impotente. ¿Dónde está Dios?, se pudieran preguntar muchas veces llorando de desesperación y tristeza.

La respuesta que necesitamos para conocer el propósito de Dios para nuestras vidas, la ha sembrado en nuestro corazón y solo es posible esta revelación a través de Su Palabra.

Hubo hombres que cambiaron la historia de la humanidad, porque no desestimaron hacer la voluntad de Dios, pese al precio que tuvieron que pagar con destierros, prisiones y hasta con la vida:

José: el hijo mimado de Jacob y Raquel, vendido como esclavo con solamente 16 años, desterrado a Egipto por sus hermanos celosos, que triunfa en la adversidad y partiendo de un encarcelamiento injusto llega a ocupar el lugar más encumbrado de Egipto, después de faraón. Su sabia planificación evitó el azote del hambre y salvó así a Egipto, a Canaán, y a su propia familia de la inanición. (Libro de Génesis 30:24; 35:24; 37:3; cf. 33:2, 7)



Moisés: el héroe nacional que libertó a los israelitas de la esclavitud egipcia, los estableció como nación independiente y los preparó para entrar en la “Tierra Prometida”. (Libro del Éxodo).

Daniel: narra su destierro y la forma en que fue llevado cautivo de Judá a Babilonia, como su subsiguiente ascenso al poder. Florece sirviendo como intérprete de sueños que lo llevan a ser primer ministro de varios reyes gentiles. A esto sigue el relato de la creciente influencia de Daniel en el rey, y la conspiración contra su vida. Esta historia concluye con su milagrosa liberación, y una breve observación de cómo prosperó durante el reinado de Darío y en el reinado de Ciro el persa”. Libro de Daniel Cap. Del I al V



David: hijo menor de Isaí, de la tribu de Judá, y segundo rey de Israel. En las Escrituras este nombre se aplica solamente a él, como tipificación del lugar único que ocupa como antepasado, precursor, y anunciador del Señor Jesucristo. En el AT se puede observar que este ocupa un lugar prominente en el linaje de nuestro Señor. Desde muy joven nunca estuvo exento de tribulaciones y Dios lo forjó en el desierto para realizar sus propósitos en el plan divino para la humanidad.



La historia de David es abundante y rica, se encuentra entre 1 S. 16 y 1 R. 2, y mucho de este material se encuentra paralelamente en 1 Cr 0:14



De todo lo antes expuesto germina la siguiente pregunta:

¿Estás triunfando en la adversidad, como José, para salvar a tu pueblo de la extenuación y del hambre?

¿Podrá ser tu influencia sobre el rey, como Daniel, tal que pueda concluir con la liberación y la prosperidad de tu pueblo?



¿O serás el héroe nacional, como Moisés, que libertarás tu nación?

¿O serás el rey que perpetrará el plan de justicia y amor para Cuba?

¡Dios cree en ti!

imorejon@yahoo.es

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