Pr Manuel A Morejón Soler.
Marcos 2:12; 4:14
Ha habido en el mundo muchos hombres honorables. Han causado la
admiración, el respeto, el cariño, el temor y el espanto; según el empleo que
han dado a su vida, para bien o para mal. Pero ninguno como Cristo. Los Evangelios lo representan como produciendo admiración en cuantos venían a
estar en relación con él: sus coterráneos, las multitudes, los discípulos, Pilato.Cristo era para ellos inexplicable, y se maravillaban.
I. Lo que ha causado maravilla en Cristo
1. Su doctrina
a. (Marcos 6:2) “…estaban atónitos… ¿Qué sabiduría es ésta que
es dada…?”
b. (Mateo 7:23) “las gentes se admiraban de su doctrina.”
c. (Juan 7:46) “Nunca ha hablado hombre así como este hombre.” Y ha seguido asombrando al mundo hasta hoy. Claridad, profundidad,
elevación, sencillez, autoridad nunca igualadas.
2. Su poder
a. (Marcos 1:27) “Todos se maravillaban… con potestad manda a
los espíritus inmundos y le obedecen.”
b. (Marcos 4:41) “¿Quién es éste que aun el viento y la mar le
obedecen?”
c. (Marcos 2:12) “Nunca tal hemos visto.” Al curar al paralítico.
3. Su carácter. Combinación maravillosa de todas las virtudes: ternura y
severidad; valor y prudencia; verdad y amor. Absoluta pureza: “¿Quién me
redarguye de pecado?” “Santo, inocente, limpio, apartado de pecadores, y
hecho más sublime que los cielos” (Hebreos 7:26).
4. Su muerte. Pudo evitarla (Mateo 26:53). Fue voluntaria (Juan
10:17, 18). Fue a su encuentro (Lucas 9:51). Por sus enemigos
(Romanos 5:8).
5. Su influencia en el mundo (Juan 12:19, 32, 33). A él siguen acudiendo
los hombres en busca del remedio para sus pecados, su miseria, sus dolores,
sus discordias. ¡Cuán maravilloso!
II. Ha sido inexplicable para el mundo
1. No fue producto de su raza. El pueblo judío es el más exclusivista del
mundo.
2. No fue producto de su familia. Reyes en su genealogía, pero también gentes
humildes, y grandes pecadores. José y María aldeanos de Nazaret
(Marcos 6:3;Mateo 13:54-56).
3. No fue producto de la cultura humana: no estuvo en las escuelas de los
grandes rabinos; no conoció la cultura griega; nunca salió de su tierra.
4. No fue producto de su época: ese tiempo lo fue de grandes capitanes,
artistas, filósofos: Cristo fue diferente de todos ellos y sin relación con ellos.
Nunca igualado ni superado: UNICO.
Cristo mismo es el más grande milagro del cristianismo. Nunca lo explicará la
sabiduría humana.
III. La solución del enigma
La pregunta de Jesús: “¿Quién dicen los hombres que soy?” Nadie atinaba; les
era inexplicable.
Pedro encontró la solución: “El Cristo, el Hijo del Dios viviente.” La solución:
1. Obtenida por revelación divina.
2. Aceptada por la fe.
3. Comprobada por la experiencia personal.
4. Acompañada de bendición. “Bienaventurado eres.” “Conocerle es vida eterna.” (Juan 17:2).
¿Quieres conocerlo? Oye la divina invitación.
Cree. Este conocimiento será vida y dicha eternas.
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