miércoles, 10 de agosto de 2011

EL IDEAL DE DIOS, MI IDEAL Y EL CASTROIDEAL














Pr. Manuel A Morejón Soler.
Vedado, La Habana, agosto del 2011, (PD) imorejon@yahoo.es
El ideal de Dios:
Las Sagradas Escrituras son muy precisas en sus máximas, donde se expone nítidamente la aspiración suprema de Dios para la juventud: 
 
Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones maduras, para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los simples y a los jóvenes inteligencia y cordura. (Prov. 1:2-4).

Asimismo Dios espera que pienses sensatamente para que puedas disfrutar de tu juventud:

Alégrate joven en tu juventud y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero has de saber, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. (Eclesiastés 11:9)

Dios absolutamente no intervendrá en las decisiones que nosotros tomemos con nuestras vidas, aunque le duela que no sea la de Su voluntad.

                                                    
Mi Ideal (Filosofía):

La aspiración suprema y conocimiento de adonde yo quisiera llegar, es “mi ideal”. Los padres son quienes poseen un papel preponderante y deben orientar a sus hijos en la utilidad y las posibilidades que presenta aquello que se elige para el futuro, aunque sin pasarle por encima a la vocación del joven ni a sus intereses. De lo contrario lejos de encausarlo correctamente se podría provocar una rebeldía insubsanable.

El castroideal frustrado:
Es notorio con cuanta tenacidad se ha ideologizado, durante más de medio siglo, con doctrinas ateas y materialistas la enseñanza a todos los niveles en el país a través de los medios de comunicación masiva y de las organizaciones políticas y de masas. Sin embargo cuáles han sido los resultados:
Un éxodo masivo creciente de jóvenes, una súper población penal de jóvenes y la gran mayoría de los que han quedado manifiestamente le hacen rechazo a la ideologización castrocomunista. (Ver el film Havanastation).
Así mismo la iglesia en Cuba, desde el año1960 hasta principios de la década de los 90 sufrió todo el rigor de la ofensiva ateo-castrista, lo cual provocó un gran desconcierto espiritual producto de la nueva filosofía marxista-leninista reinante, además de la actitud tenazmente provocadora de gran parte de la población afín al régimen que hizo menguar la fe de mucha gente, de manera que quedaron disminuidas las membrecías en las iglesias escasamente a algunos ancianos, que no estuvieron exentos de ser ofendidos y hasta agredidos físicamente por las turbas castristas.
Las autoridades que aún siguen reinando, no pueden salir de su asombro cuando ven que a pesar de todas las vicisitudes y tribulaciones por las que hicieron transitar a la iglesia de Dios hoy se llenan estas principalmente de jóvenes, para cumplimiento de la aspiración suprema de Dios para la juventud cubana.
El ideal frustrado del Dr. Fidel Castro expresado: “Lo que pasará en Cuba tras mi muerte no es mi problema; es un problema de otros… Los muertos no opinan”. Entrevista con CNN. 23 de octubre de 1995.
Los muertos no opinan, pero si tendrán que darle cuenta a Dios por todos sus actos”.




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