viernes, 30 de septiembre de 2011

“DESDE EL FONDO DEL SILENCIO”













Pr. Manuel A Morejón Soler. Vedado, La Habana, septiembre del 2011, (PD) imorejon@yahoo.es

Dice Dios en su Palabra:

No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio. Salmo 115:17

Este versículo muy a menudo es transformado en un supuesto criterio sobre la muerte en el AT (Antiguo Testamento).

La vida para los hombres es muy limitada y demasiado pronto el silencio perpetuo se enseñoreará de estos.

Dios no actúa si no en el silencio.

El silencio es una realidad difícil de asimilar hoy, porque habitualmente conjeturamos que el silencio significa ausencia pero Dios no actúa si no en el silencio.

Es necesario intentar entablar cierta amistad con el silencio para poderlo comprender. Dios se pasea en el silbo apacible del silencio.

Se necesita tiempo y fe para comprender que el silencio es, en realidad, el sonido de su presencia. Hay que estar en silencio el tiempo suficiente para oírle en el corazón.

Es bueno hablar, pero mejor es callarse. (Lafontaine)

En ocasión de la gala convocada por el Instituto Cubano de Amistad por los Pueblos (ICAP), el Comité Internacional de Solidaridad por la Libertad de los Cinco y La Sociedad Cultural José Martí, Ricardo Alarcón de Quesada, miembro del Buró Político y Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular recordó que a lo largo de estos años a los Cinco le ha sido impuesto un trato cruel “el cual ha llegado al extremo de la inhumanidad”.

En este sentido, denunció “el silencio total que impone la tiranía mediática para apagar la solidaridad que ellos merecen y ocultar la gran verdad. De ahí que derribar este muro de silencio, es hoy lo más importante”.

Sería magnífico que se defienda el derecho a no silenciar ninguna verdad, pero no solo la de los “Cinco”, por parte del Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.

Acaso el Sr. Alarcón se ha preguntado si la mayoría de los cubanos pueden:

¿Expresar opiniones distintas a las del gobierno?

¿Compartir con otros sus opiniones sobre política?

¿Elegir entre muchos canales de TV o estaciones de radio según sea la de su preferencia?

¿Manifestar sus ideas soberanamente?

¿Comunicarse libremente con periodistas extranjeros?

¿Poseer legalmente una cuenta de internet?

Entonces: ¿derribar el muro de silencio alrededor de los “Cinco”, puede ser más importante que el de toda una nación que clama desde el fondo del silencio desde hace más de medio siglo por su derecho a poderse pronunciar con libertad?

Si el Sr. Alarcón de Quesada no puede hablar por todos y para el bien de todos, lo mejor sería que se calle.

Según la Biblia hay claramente dos acepciones cuando se utiliza la palabra silencio: la primera es en reverencia hacia Dios y la otra es de muerte, cuando es sumergido alguien en el silencio.













“LO SIENTO POR MARTÍ”



Por: Apóstol Carlos Montoya

El respeto a la libertad y al pensamiento ajenos, aún del ente más infeliz, es en mí fanatismo: si muero, o me matan, será por eso. Obras Completas de José Martí 3.166

Hace sólo unos días recibí una citación verbal de la dirección de la escuela de mis hijos, para tratar el asunto referente a que ellos no saludaban la bandera cubana ni entonaban las notas del himno de Bayamo, y que los mismos explicaban que por causa de ser un himno de guerra y una bandera que honra a los muertos no les rendían tributos. Sin más preámbulo se me da la opción de claudicar a nuestros pensamientos o los niños serían defenestrados de la organización de pioneros José Martí.

Es notorio que en algunas escuelas donde existen niños iyabo de los orishas (Regla de Ocha) , ya se les permite cambiar las tradicionales boinas rojas de pioneros, por sus pañuelos o gorras blancas, ¿esto es igualdad de derechos?

Se imagina usted cuál sería la frustración de unos niños que han sido educados en la doctrina del Evangelio desde la cuna, pues sus padres son líderes de la iglesia, que puedan ser expulsados por sus ideas de la organización infantil.

¿Qué podría decir la UNISEF sobre la aplicación ARTÍCULO 3 de los Derechos Humanos , sobre estas agresiones coercitivas y psicológicas hacia los niños cubanos?

Le pido perdón a Dios y al Mundo por no permitir que mis hijos sufran por mi fe en Jesucristo y que sean todavía incapaces de comprender las leyes de nuestro país que nos presionan para que claudiquemos en nuestra fe.

Espero que Dios, el mundo y mis hijos me perdonen ¿y de Martí que puedo decir?:

“Lo siento”.



Constitución de la República de Cuba


ARTÍCULO 8.


ARTICULO 55.