viernes, 19 de noviembre de 2010

Escribe al presidente de Pakistán: Salva a Asia Bibi


Pakistán ha condenado a Asia Bibi a muerte por ser cristiana. No le quedan muchos días de vida. Las autoridades pakistaníes la acusan de blasfemia: cometió el terrible “delito” de defender públicamente su fe. El plazo máximo para presentar alegaciones contra la sentencia de muerte expira el próximo lunes, 22 de noviembre. Si no lo impedimos, a Asia le queda poca vida.

Escribe una petición de indulto al Presidente de Pakistán mediante el siguiente formulario. Tu mensaje le llegará al Presidente de Pakistán con copia a la Embajada pakistaní en España:

Mr. President:

With all due respect, I wish to express my concern about the persecution that Christians are suffering in Pakistan, especially following the approval of the anti-blasphemy law.

I know, Mr. President, that your intention is to contain terrorism and radicalism of minority sectors of the population against the Christian community.

In this sense, please pardon Asia Bibi. A Presidential pardon would reflect your interest and that of your country to respect and defend freedom of conscience.



Señor Presidente:

Deseo expresar con todo respeto mi preocupación por la persecución que están sufriendo los cristianos en Pakistán, sobre todo a raíz de la aprobación de la Ley Antiblasfemia.

Me consta, señor Presidente, que su intención es contener el terrorismo y el radicalismo de sectores minoritarios de la población contra la comunidad cristiana.

Por tanto, le ruego encarecidamente que indulte a Asia Bibi. Un medida de gracia reflejaría su interés y el de su país por respetar y defender la libertad de conciencia.

Tres Monseñores en Primera Plana.


Por: Rogelio Fabio Hurtado.*

La Habana, Cuba, 18 de noviembre de 2010, (PD) La foto es de la Comandancia (Estudios Revolución), y parece posada, pues a espaldas del santísimo trío, los asistentes aparecen mirando hacia delante, de perfil a la cámara. Frente a ella, Monseñor Rodolfo sostiene con devoción la Santa Biblia, los mansos ojos atentos al texto de las Escrituras que Monseñor Sonrisas lee con oficiosa solemnidad. Entre ambos, aparece de medio cuerpo, en guayabera, Mongeneral Raúl, sus ojos entrecerrados fijos en el lente de su amigo fotógrafo. ¿Recuerda su niñez monacal o está vigilando de cerca la otrora tan perniciosa prédica eclesial?

La realidad es que ahora, convenientemente alejados los viejos y buenos Obispos, José Siro, Meurice, Adolfo, la actual jerarquía eclesial, hechura del Cardenal Sonrisas, parece dispuesta a una peculiar y limitada Reconciliación por cuenta propia, que convierte la sospecha de complicidad con los césares de Birán en hecho consumado, a expensas de buena parte de su feligresía y, sobre todo, de quienes creímos encontrar en los templos católicos, más que un refugio, una opción para la auténtica justicia.

Para ningún católico practicante es secreto que alrededor de 1996, luego de anunciarse la visita de Juan Pablo II, las iglesias comenzaron a colmarse de público. Entre los muchos que de veras retornaban al Templo, se deslizaban otros, cuyas repentinas iluminaciones habían sido ordenadas por el Partido para que penetrasen en las comunidades e informasen detalladamente lo que pasaba allí. Fracasada en 1993 la habitual política de intimidación -cuando los feroces editoriales contra la Carta-Pastoral "El Amor todo lo Espera" no lograron que la feligresía abandonase los templos-, decidieron penetrarlos y no demoraron en destacarse dentro de las comunidades.

Algunos cristianos viejos pronto sospecharon de aquel crecimiento repentino de la feligresía: “Están convirtiendo la Iglesia en un sindicato”, decían, mientras otros, ingenuamente, creían que se trataba de un renacimiento espontáneo del fervor popular y los párrocos en general aceptaban de buen grado el arribo de estos conversos, tan dispuestos a colaborar en las tareas de evangelización. Puesto que la Iglesia no le cierra sus puertas a nadie, la misión se les hizo fácil. Se suponía que los Obispos estaban enterados de esta penetración y que, en su momento, la neutralizarían. Nadie podía imaginar que estaban consintiéndola de buena gana.

Es cierto que desde fines de los años 80, muchos ciudadanos discriminados social y políticamente por el régimen, comenzaron a frecuentar los templos católicos, primero individual y luego colectivamente. Vale recordar que la primera aparición pública del Comité de Derechos Humanos presidido por Ricardo Bofill ocurrió en la iglesia de San Juan de Letrán, del Vedado y que, posteriormente, los miembros y seguidores de este CDH eran asiduos a la misa dominical de la Iglesia de La Caridad, en La Habana.

Sin embargo, la actitud del clero, lejos de ser favorable, en el mejor de los casos fue neutral y en más de una ocasión, abiertamente hostil, pues entendían que estaban causándole problemas y los expulsaban del templo, decisión que jamás se atrevieron a tomar contra las brigadas de respuesta rápida dirigidas por oficiales del DSE que literalmente ocupaban los templos de La Caridad y de la Merced, en La Habana Vieja.

Un 24 de septiembre los vi operar descarada y abusivamente contra una valiente mujer, Paula Valiente, quien, al concluir la misa, intentó decirle algo al Monseñor Sonrisas y de inmediato fue atacada por hombres y mujeres de la Porra quienes la sacaron del templo arrastrándola por todo el pasillo central, ante la mirada del Monseñor, quien se limitó a decir “Abusos en el templo no” sin moverse del atrio. Desconozco si presentó alguna queja ante la Sra. Caridad Diego, pero si lo hizo, no le hicieron caso alguno.

La reportera que cubrió la inauguración de la nueva sede del Seminario San Carlos y San Ambrosio, nos informa que el Sr. Sonrisas “agradeció en nombre de la Iglesia, tanto al Comandante como al compañero Raúl, que esta obra haya contado hasta su conclusión con el apoyo estatal, para poder realizarla convenientemente”.

Me asombra que se haya atrevido a omitir el En Jefe. Me indigna que oportunamente olvide todas las ofensas y los daños que 50 años de ateísmo duro le han infligido tanto a la Iglesia como a los fieles que no negaron su fe en las infernales planillas y entrevistas, a sabiendas que serían excluidos y marginados sin piedad ni pudor.

El Sr. Sonrisas sabe bien que no puede hablar en nombre de tantos humillados y ofendidos, puesto que ha hecho, aquí y ahora, su opción por los poderosos.

En vez del viril y apostólico grito de ¡Viva Cristo Rey! con el que enfrentaron a los fusiles tantos jóvenes católicos, el Monseñor Ortega prefiere susurrar con dulzura frente a la cámara: ¡Viva Castro Rey!.

jueves, 18 de noviembre de 2010

La Iglesia y el castrismo


Como era de esperarse, la participación de Raúl Castro y las palabras dichas por el cardenal Jaime Ortega en la ceremonia inaugural del seminario San Carlos y San Ambrosio en La Habana han sacado ronchas entre algunos que vivimos de este lado del Estrecho de la Florida.



A través de los años he visto con dolor cómo algunos desde la seguridad que nos ofrece el exilio preferirían ver a la Iglesia cubana más en las catacumbas. Eso hace noticia y es bueno para mostrar al mundo los crímenes del castrismo. No niego que algunos hablan desde el dolor de una experiencia atroz en las cárceles cubanas. En toda situación siempre hay al menos dos puntos de vista. Quisiera aportar el mío a esta discusión. Salí de Cuba en agosto de 1962. Mi salida fue resultante de mi participación en las Juventudes de Acción Católica y específicamente en la Iglesia de la Caridad y sus repercusiones en nuestra seguridad personal y libertad religiosa después de la expulsión de los sacerdotes de Cuba el 17 de septiembre de 1961.



Desde mi llegada a la diáspora cada día durante todos estos años he rezado por la Iglesia que dejé atrás: por sus obispos, sacerdotes, religiosos, laicos comprometidos y fieles en general. He pedido por su seguridad y por su crecimiento. He pedido con todas mis fuerzas que pudieran encontrar una mayor facilidad para realizar su misión en la Isla.



Hoy doy gracias a Dios por el logro de la construcción de un seminario que permitirá la formación de sacerdotes cubanos, tan necesarios en medio de nuestro pueblo. No ignoro ni olvido la expropiación del antiguo seminario del Buen Pastor en Arroyo Arenas. Por eso yo desde aquí --fuera de Cuba-- no doy ni tengo que darle gracias al gobierno en Cuba por permitir a la Iglesia --con ayuda del exterior-- construir uno nuevo.



Pero tampoco puedo decir a los que en Cuba se han quedado en la Iglesia sufriendo estas casi cinco décadas de dolor y dificultades qué es lo que tienen que decir o hacer. No podemos olvidar que la inauguración del nuevo seminario fue realizada en un acto protocolario con numerosos visitantes extranjeros. Las palabras dichas allí no comprometen o enturbian en nada todo lo que la Iglesia Católica ha hecho y dicho siempre valientemente en Cuba y en todo lugar cuando es necesario anunciar la verdad que nos viene del Evangelio. ¿Pero cuántos de nosotros estamos siempre dispuestos a escuchar y acoger esas verdades? Cualquiera que desde aquí hable y critique es un atrevido que desde las gradas del circo quisiera ver correr en la arena de nuestras playas la sangre de mártires en la Iglesia cubana.



Antonio Fernández

lunes, 15 de noviembre de 2010

Impiden funcionarios en Cuba la realización de una Convención Cristiana.

Foto: Campamento Canaán Iglesia Metodista, Cuba
No autorizan Convención religiosa.


Por: Guillermo del Sol.

SANTA CLARA, Cuba, 11 de noviembre - Funcionarios del Ministerio de Justicia de Villa Clara, impidieron la realización de una Convención religiosa que se realizaría el pasado domingo en esta ciudad.

Yordi Alberto Toranzo, superintendente de la región central y Pastor de la Iglesia Metodista de Santa Clara, facilitó el campamento propiedad de su Iglesia al Pastor Carlos Alamino, organizador del evento. Toranzo solicitó el permiso para realizar la Convención, pero los funcionarios del Ministerio de Justicia no la autorizaron.

En la actividad religiosa participarían12 pastores extranjeros y 500 de la Convención Bautista Oriental.

“Esta decisión del gobierno es un atentado contra el pueblo de Dios. Es inexplicable que cientos de personas se hayan trasladado desde las zonas más remotas del oriente del país, en camiones y otros medios de transporte, para que unas horas antes de la convención les prohíban realizarla”, expresó uno de los pastores, que no quiso dar su nombre.

LICENCIA EXTRAPENAL NO ES LIBERTAD




Por EFE

La Habana

La liberación en Cuba del opositor Arnaldo Ramos Lauzurique rompió el hielo en torno a los presos políticos que se niegan al exilio y reavivó hoy las esperanzas de la disidencia interna para que se complete la excarcelación de todos los miembros del Grupo de los 75 aún en prisión.



Tras siete años de cárcel, Ramos Lauzurique, de 68 años y economista independiente, regresó la noche del sábado a su casa de La Habana con una licencia extra-penal "sin condiciones'', lo que le convierte en el primer preso liberado que se queda en Cuba dentro del proceso de excarcelaciones iniciado en julio.



Hoy, Ramos acudió a la habanera iglesia de Santa Rita para encontrarse con las ‘‘Damas de Blanco'', familiares de este colectivo de disidentes que piden la libertad de los presos políticos.



Allí declaró a medios extranjeros que su propósito es seguir en Cuba por la sencilla razón de que es cubano y reiteró que su propósito es seguir haciendo la actividad que realizaba antes de caer preso.



Sobre la situación de su país, opina que Cuba seguirá en una "situación de estancamiento'' si no se produce una "apertura seria y franca'' y cuestionó algunas de las medidas económicas emprendidas en la isla para "actualizar'' el modelo socialista como los despidos masivos: a su juicio pueden conducir al caos.



Mientras tanto, quedan aún doce presos del Grupo de los 75 en la cárcel, pero ya se sabe también que uno de ellos, Luis Enrique Ferrer, será excarcelado próximamente porque en su caso sí ha aceptado irse a España. Los once restantes se niegan al exilio, como era el caso de Ramos Lauzurique.



Hasta este momento, todas las excarcelaciones que se han producido desde julio, fruto de un inédito diálogo entre el presidente Raúl Castro y la Iglesia católica, habían sido de presos políticos que aceptaban irse a España, cuyo Gobierno ha respaldado ese proceso.



El compromiso inicial eran los 52 que aún quedaban en la cárcel del Grupo de los 75 (condenados en la "Primavera Negra de 2003 y considerados todos prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional), pero en octubre el régimen cubano comenzó a extender esas excarcelaciones a presos de otro tipo sin completar esa primera fase.



Vencido el pasado 7 de noviembre el plazo que se había anunciado para liberación de todos los considerados prisioneros de conciencia, aumentó la incertidumbre sobre los disidentes que no quieren abandonar Cuba.



Miembros de la oposición interna cubana acogieron hoy positivamente la liberación de Ramos y esperan ahora que esos once presos restantes sean también liberados sin condiciones.



''Finalmente se rompió el hielo'', dijo hoy a Efe el periodista independiente Guillermo Fariñas, quien espera que se mantenga "ese nivel de cordura'' para poner fin a una situación donde quien más pierde, a su juicio, es el Gobierno cubano por una cuestión de credibilidad.



También para Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, parece que la liberación de Ramos comienza a "deshacer el nudo'' que pesaba sobre los presos que se niegan al exilio, entre ellos su marido Héctor Maseda.



La opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) acogió como positiva la noticia de la liberación de Ramos Lauzurique, pero se mostró crítica con la actitud del Gobierno de Cuba en este proceso.



''El Gobierno sigue manipulando de manera inhumana este proceso de excarcelación, porque son personas absolutamente inocentes, adoptados como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional'', manifestó a Efe Elizardo Sánchez, portavoz de la CCDHRN.



''Pensamos que en este proceso quien sigue llevando la voz cantante es el Gobierno y los otros elementos concurrentes, el Gobierno de España y la oficina del cardenal Jaime Ortega devienen en meros tramitadores de lo que decide el Gobierno de Cuba de manera totalitaria'', señaló.



En las últimas semanas España a acogido a 47 presos cubanos: 39 son del Grupo de los 75 y el resto otros prisioneros que fueron condenados en momentos distintos a la Primavera Negra de 2003 en su mayoría por delitos de "piratería'' o intentos ilegales de salir del país.